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Solo miraba el fin de mis dias
Sin heridas y con alegría,
Guardaré mis sueños,
guardaré mi sonrisa,
guardaré mi voz,
para tí madre.


La muerte de Nicolás, es la muerte de todos y cada uno de los que ese día nos encontrábamos allí, es la muerte de la esperanza, es la muerte de la voz, es la
muerte de la posibilidad de manifestar el descontento frente a un orden de cosas que lo único que arroja a diario es cifras gigantescas de desplazados, cifras de
niños muriendo de hambre, aun cuando pretender que esto sean cifras es ya demasiado, pues este estado miente, esconde, oculta la verdad tan tangible, el
asesinato de jóvenes en los barrios marginales, el asesinato de jóvenes campesinos, hombres y mujeres, el asesinato de niños por hambre, por falta de
oportunidades, el asesinato selectivo de sindicalistas, el asesinato de miles de personas que no tienen acceso a los servicios de salud, porque el gobierno
se ha encargado de privatizar los hospitales, estamos asistiendo l asesinato de todos los que pensamos que la humanidad mérese otro destino.
Colombia…entre la muerte y la esperanza
Recordamos a Nuestro compañero caido con una profunda tristerza, pero con ganas de luchar y seguir adelante en el duro camino de la revolucion social.
En algún lugar una madre llora a su hijo del alma.
Abraza sus zapatitos blancos y alguno de sus juguetes rotos;
Pero él está siguiendo una estrella;
La misma que seguiremos nosotros.


Quiero verte libre,
soñando, volando...riendo
con tus juegos de niño
con tu corazon abierto,
Quiero verte libre.